Estamos terminando el año, ya sin lugar a dudas nos alcanzó noviembre,
tal vez muchas personas están abriendo sus agendas y planeando las ansiadas
vacaciones… pero nosotros no, los universitarios nos encontramos planeando
estrategias casi bélicas para hacer frente a la época más difícil del año, los
exámenes.
Apuesto a que muchos de ustedes se encuentran sentados en este mismo
momento haciendo sumas, restas, multiplicaciones, hasta logaritmos para ver que
notas necesitan para sobrevivir. Noviembre debe ser el mes de mayor cantidad de
especulaciones del año, creo que en todo el periodo académico no usamos tanto
la calculadora como ahora, siempre tenemos la fe de que salga el número mágico
que nos va a salvar de este sufrimiento. Bueno, por algo es que dicen que
noviembre es el agosto de los jóvenes… si lo pasamos hemos sobrevivido otro
año.
El sueño por excelencia de todo
estudiante en esta época es: “quiero cerrar los ojos y cuando los abra que ya
se haya acabado todo”. Lamentablemente compañeros, eso no va a pasar, asi que
tenemos que encontrar la forma de no sucumbir ante la desesperación y hacer
frente a la inminente catástrofe.
Es por esto que les quiero hablar de nuestros hábito de sueño, si,
exactamente… ustedes se preguntarán que es eso, probablemente a estas alturas
ya lo olvidaron, bueno, les tendré que decir que es muy importante volver a
recordarlo. Estoy segura de que en este momento deben estar sentados frente a
su lata de bebida energética ignorando la advertencia que dice “no consumir más
de una porción diaria”, sus pestañas probablemente ya se quemaron y han pegado
un cartel fuera de su pieza que versa “vuelva en diciembre”, pero
lamentablemente está absolutamente comprobado que esta conducta no nos llevará
al éxito. El sueño es una actividad absolutamente necesaria para el aprendizaje
y la maduración de la información, esto es un hecho científicamente comprobado.
Como el Dr. Matt Carter, profesor de la Universidad de Washington dice: “La
razón que explica la importancia que tiene dormir bien durante la noche es que
podamos disfrutar totalmente del día siguiente, y que podamos consolidar todo
lo que hayamos hecho el día anterior” (1) “Si no dormimos lo suficiente, es muy
difícil aprender cosas nuevas, ya que no existe una limpieza en las conexiones
sinápticas de nuestras neuronas”.(2)
En pocas palabras amigos, estamos perdiendo nuestro tiempo y nuestras energías. La solución es bastante clara, apaguen sus calculadoras, dejen de sacar cuentas extrañas, de rezar denarios, de hacer rituales esotéricos y empiecen a estudiar hoy para que mañana no deban hacerlo en la noche.
¡Espero que tengan mucho éxito y que salgan
airosos de este difícil mes!
(1), (2) Matt Carter. ¿Por qué dormir es más importante que estudiar cuando tenemos un examen?
http://destinocero.es/salud/por-que-dormir-es-mas-importante-que-estudiar-cuando-tenemos-un-examen# (Acceso: 8 noviembre 2013)
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